domingo, 13 de octubre de 2013

Lo que de verdad importa

"Con tener salud y estar rodeada de los tuyos ya es suficiente para disfrutar de la vida, que es un regalo”.


MARÍA DE VILLOTA


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Quizás la vida es como un carrera en un coche, pero una carrera tiene que tener una meta clara, un lugar al que dirigirse.


No sólo se trata de correr, sino de disfrutar la carrera.


Es muy normal encontrarse a gente que va corriendo a toda velocidad, pero si le preguntas a dónde va, no lo sabe y por eso es importante parar el coche, frenar, detenerse… Decía María que “corremos mucho, ya no sólo en la F1, sino en la vida en general. Con este ritmo frenético que llevamos lo único que conseguimos es que la vida nos conduzca a nosotros, en lugar de que seamos nosotros los que conducimos nuestras vidas”. Y esa es la clave. No sólo se necesita saber conducir, hay que saber conducir hacia algún lado y eso nadie nos lo va a enseñar, esa es nuestra mayor decisión… ¿Cómo saberla?… Me uno a las palabras que decía María a todas las personas: “que sigan siempre su intuición, que primero paren el motor para conectar con la realidad y saber lo que quieren, lo que es importante para ellos y, finalmente, sigan adelante sin miedo”.


Sin miedo. Frase clave para entender la vida.


Porque en esta carrera hay muchos obstáculos, pero también hay un elemento claro para superarlos: nuestra actitud.


Ya no necesito de estadísticas y experimentos científicos. He vivido claramente que cuando uno piensa en positivo, convierte sus problemas en retos, reúne fuerzas y sale adelante. También María lo decía. María siempre nos comparaba con su querida Fórmula 1 y para ella la electrónica del vehículo era tan importante como el motor, lo que transmitía nuestra cabeza era tan importante como lo que hacía nuestro cuerpo. Una vez más la palabra era “actitud”. Incluso frente al fracaso.


Para María no existía la palabra fracaso, lo llamaba experiencia. Incluso al salir con vida de accidente de Duxford, mantenía que había aprendido, que la vida le había regalado una nueva oportunidad de vivir, que lo que había aprendido era el término de “gratitud” porque “gracias” no es sólo una palabra.


Y con su nueva oportunidad, corriendo los últimos tramos de su vida sin ella saberlo, ha ayudado a mucha gente a tener actitud, enfrentarse a sus miedos y salir adelante. Encarar su vida y descubrir lo que de verdad importa. Por toda tu carrera y por demostrarnos que somos personas y no máquinas, muchas gracias María de Villota… Descansa en paz.


María de Villota (13 de enero de 1980, Madrid – 11 de octubre de 2013, Sevilla)

Hermoso post de Mario López Guerrero

2 comentarios:

  1. Precioso... Me ha llegado al alma..

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  2. Gracias por compartir, con nosotr@s, nuestra forma de ver el mundo, que simplemente quiere que despertemos, y a veces nos da estos ejemplos.
    NAMASTE

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