Nada fácil es decir Adiós, a los lugares, vínculos, personas, que nos han enriquecido en el pasado. Desapegarnos es un acto de Amor, que permitirá crecer y dejar de sufrir.
Muchos de nuestros momentos de sufrimiento en la vida se relacionan con la imposibilidad de soltar. Tememos dejar de ser quienes somos, si nos alejamos de una persona o si ella se aparta de nosotros, aún cuando el vínculo que nos une haya cumplido su función, haya completado su ciclo...
Nos da miedo quedarnos en el vacío, si dejamos un trabajo, aunque nos provoque más prejuicios que beneficios. Tememos perder, hasta nuestra identidad si nos mudamos de casa, de barrio, de ciudad o de país.
Nos aterra la muerte de los seres queridos que nos anteceden en la vida, y que por ley natural, partirán primero que nosotros.
Llegamos a convencernos de que somos lo que hacemos y que si dejamos de hacerlo dejaremos de ser. Así las personas con quienes nos relacionamos, incluso tenemos un vínculo amoroso, se convierten en poderosas cadenas que atrapan nuestros tobillos y nos impiden avanzar en el camino de la madurez, de la libertad, del desarrollo emocional y espiritual.
“Saber soltar es una clave de la vida con sentido...”
Un buen adiós es aquel en el cual, incluso en el medio de la tristeza de la despedida, podemos reconocer lo que nos nutrió y nos permite sentirnos íntegros, después de soltar. Un buen adiós es entonces sinónimo de desapego… y el desapego, al saber soltar es a menudo una gran prueba de Amor. Cuando nos negamos a soltar, no es el Amor el que predomina sino el temor al sufrimiento. No soltamos porque creemos sufrir y sufrimos por no soltar.
En las situaciones de apego, alguien sufre, sino somos nosotros, es el otro. Y cuando ese sufrimiento se manifiesta, se reitera y se estaciona, es tiempo de soltar. Cuando percibimos que en nuestra determinada relación, nos estamos estancando, y que aunque intentemos algo diferente, el estancamiento perdura, es momento de soltar.
Cuando el apego no tiene más razón que el hábito y no aparecen propósitos que den sentido y trascendencia, es el momento de soltar.
(Sergio Sinay)
Es difícil desapegarse de alguien, en éste caso me cuesta mucho verme sin mi esposo, aunque nuestra relación se ha fracturado mucho, él me fue infiel, ya no me ama, nosé porque no tengo la sufuciente valentía de dejarlo ir, varias veces le he pedido que se vaya, varias veces me ha pedido perdon, pero le cuesta trabajo adaptarse, acloparse a nosotros, sus hijos y a mi, ahorita él vive conmigo, porque no tiene dinero para independisarse, creo que lo hará, nosé cuanto pero lo hará, más sin embargo tenemos una relación intima maravillosa, pero solo eso y nosé si hago bien en permitir eso. GRACIAS
ResponderEliminarQuerida Patty
ResponderEliminarTe deseo q veas la luz para q t ilumine en tus decisiones.
Te mando toda mi energía.
Un gran abrazo
Querida Patty, ante todo darte las gracias por leer nuestra pagina.
ResponderEliminarLo que planteas muchas personas lo han vivido, y piensa que TÚ HAS ESCOGIDO ESTA EXPERIENCIA.
Si partemos de ese planteamiento veras las cosas bajo otro prisma, y entenderás que lo TIENES QUE VIVIR.
Y lo que planteas, es una decisión sola tuya.......
Deja que tu ALMA DECIDA LO QUE QUIERE VIVIR Y PREGÚNTALA A ELLA SI TIENES QUE SEGUIR CON ESTA SITUACIÓN..
Desde luego la respuesta de ELLA SERÁ LA MEJOR PARA TU VIDA.
Puede ser SI O Puede ser NO , atrévete a descubrirla, Y SERAS FELIZ.
Pero una cosa es DOLOR y otra es SUFRIMIENTO.
NAMASTE