miércoles, 23 de marzo de 2016

LUNA LLENA Y ECLIPSE LUNAR: AGRADEZCO Y SUELTO. SI ME QUEDO O ME VOY, LO HAGO EN PAZ.



La energía se siente densa en este tiempo entre eclipses. Por un lado vamos sintiendo los bríos del cambio de estación, entramos a un nuevo estado emocional. Y por otro lado, ciertas personas nos recuerdan que aún tenemos temas pendientes.

El eclipse lunar que ocurre este 23 de marzo con una super luna llena es el último en el eje Aries -Libra: Yo/Tú, Mis prioridades/Tus necesidades, Mi libertad/Mi lazo afectivo.




¿Por qué elegimos estar con quienes estamos? ¿Por qué buscamos o permitimos lazos afectivos con nuestras relaciones aquí y ahora? ¿Desde que lugar lo hacemos: desde los sanos límites o el sofoco?

En los días pasados hemos vivido el resumen de un ciclo de casi tres años. Recordemos que a partir de octubre de 2013 comenzaron los eclipses en el eje Aries-Libra, tocando temas importantes en nuestras relaciones de pares, de pareja, de madre-hij@, con mejores amigos y herman@s. Bueno, algo está culminando y esta energía densa nos dice qué es necesario soltar. 

Así desde 2013 hemos sentido que algo requerimos sanar en nuestras relaciones de pareja, que algo requerimos hacer para dejar de vivir el patrón víctima-victimario. Y así, en abril de 2014 y abril de 2015 hemos padecido serios enojos con respecto a nuestra manera de vincularnos.

Es justo y necesario que ahora tengamos claridad con respecto a quiénes somos en nuestras relaciones y cómo nos manejamos: ¿somos quienes damos más? ¿acaso a través de nuestro ceder y amabilidad queremos cambiar al otro? ¿estamos más preocupad@s por el otro que por nosotras mismas? ¿gastamos energía pensando cómo el otro puede actuar y ser de esa manera?

Si pensar en el otro nos irrita, nos pesa o nos duele, es necesario que con este eclipse tengamos la valentía de soltar. Y así, permitirle al otro que sea como tiene que ser, que aprenda lo que necesita aprender. Y nos toca tomar distancia emocional: colocando la mirada hacia nuestro corazón y nuestra propia vida.

¿Hace cuánto que no nos preguntamos qué nos alegra el corazón? ¿Hace cuánto que no nos permitimos descansar y hacer lo que nos venga en gana? ¿Hace cuánto que tenemos la mirada puesta en el otro y nos hemos olvidado de nuestra alegría?

En el eclipse del 23 de marzo que sucede cuando la luna se encuentra en Libra y el sol en Aries, existe una oposición entre Luna y Mercurio, lo cual nos deja ver que existe un diálogo por cerrar y sanar con respecto a la comunicación en pareja o en pares.


Algo no estamos comunicando, y algo no nos está comunicando el otro.

La astrología de este tiempo nos pide declarar lo que necesitamos, abrir nuestra preciosa voz para comunicar lo que requerimos. Decirlo al Universo. Y permitir al Universo darnos una respuesta. Así también nos toca ser espacio abierto para que el otro -si así desea- declare lo que necesita. 


Un ciclo emocional con respecto a nuestras relaciones se cierra. De alguna u otra forma nos hemos transformado, y a través de ser espejos hemos permitido a otros transformarse. Pero aquí y ahora los viejos contratos han comenzado a quemarse. Y con este eclipse la necesidad de hacerlo diferente se deja ver.

Para poder estar en pareja primero necesitamos estar con nosotras mismas: gustarnos, disfrutarnos, girar alrededor de nosotras mismas, amarnos, fundirnos en nosotras para poder unirnos y vivirnos con alegría, y vivir al otro con alegría. Si no podemos gozarnos, nunca podremos gozar al otro… sea quien sea.

Lilith (lo femenino rechazado o echado a la sombra) en Libra (pareja y uniones) nos cuenta que lo que estamos viviendo ahora pertenece a nuestro linaje. Es decir, lo que ahora se presenta como un síntoma y conflicto con nuestra pareja o uniones en realidad tiene un origen en nuestras mujeres de generaciones atrás. Y es por esto que nos causa tanta ira, porque es un tema que no ha sido resuelto, y que no pudo ser trascendido con anterioridad.

Así que con amor y entereza, un ejercicio que podemos hacer para aportar a la sanación de este momento, es visualizar el conflicto como una luz que pasa de nosotras hacia atrás… hacia las manos de mamá, las abuelas, bisabuelas y hasta donde sintamos que se encuentra el origen. Y cuando llega hasta esas manos miramos como la luz se desvanece. “Y pensamos: fue así antes, pero ya salió a la luz, y aquí y ahora me permito hacerlo distinto.” 

Si podemos mirar y soltar con amor los conflictos de pareja que hemos vivido y que se han vivido en nuestras familias, estamos dando un gran paso para evolucionar.

Por último, ambos Sol y luna se encuentran en trígono a Marte, una relación que nos habla de estar pendientes de nuestros impulsos, de lo que acontece en el cuerpo cuando sentimos ira. Podemos revisar ¿en dónde nos duele el otro? ¿qué parte de mi cuerpo y de mi vitalidad se eclipsa cuando miro el conflicto con el otro? ¿El otro me duele en el estómago, en los pies, en la cabeza? Cuando lo hemos detectado podemos dialogar con nuestro cuerpo y órganos, podemos sentir la metáfora de lo que vivimos: “me cae como un balde de agua en la cabeza”, “es como un gancho al hígado”, “es un gran peso en mis hombros”.

Y a partir de la metáfora podemos ir sanando la vivencia, liberando nuestro estrés y dejando así de comprometer nuestra salud.

Marte habla de nuestra vitalidad, y si algo debemos cuidar en estos momentos es justo eso. Si nos enfocamos en sentir alegría de vida y voluntad para avanzar con belleza y vitalidad, el otro aprenderá a acompañarnos de la misma manera.

Cuando aprendemos a vivir desde el corazón le damos permiso a los otros de relacionarse con nosotras a partir de su corazón.

 ¡Que pasemos este eclipse-portal en amor total!


Fuente: mujerlunar.com

Namaste
Yoti kaur

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